domingo, 29 de abril de 2007

La prole del prole





El otro día, conocí el enésimo hijo, de otro de mis amigos contemporáneos.
En esta etapa de vida, cuando la guata odia al cinturón y el recordar es volver a vivir, pareciera que todos andan apresuraditos con temas como el de la casa, la familia, el auto, las tarjetas de crédito sin pagar, y por supuesto la prole.

Este escrito es un mensaje a todos los que me preguntaron, preguntan y preguntarán: ¿y tú cuándo te animas?
Pues bien, el tema de tener hijos es un tema para mí, cerrado.
Está cerrado por varios motivos, los mismos que finalmente se han convertido en una especie de, filosofía barata en mis zapatos de goma, y que es un poco difícil responder de inmediato cuando la pregunta me es hecha en alguna esquina, o reunión ,en la que no se puede uno explayar con argumentos y tengo que simplemente esbozar una sonrisa complaciente y echarme una bromilla o una típica frase de cliché "aún sigo siendo un niño como para tener uno" o "pucha pa' esa vaina hay que ser muy responsable".

Lo cierto que, salir del paso es fácil, pero la consecutividad de la pregunta es un poco fastidiosa, algo así como, la etiqueta de esa camisa que molesta cada que te la pones, pero nunca haces algo para solucionarlo, pero llega un día en el que te tomas un tiempo para arrancarla o descoserla, depende del ánimo con el que nos encontremos.
Entonces, decidí arrancar esa etiqueta fastidiosa y cuento a continuación los motivos por los que no tendré prole:

1.- No soporto a los niños, sobre todo si lloran.
2.- No tengo el suficiente dinero para mantenerlo(a)
3.- Tengo muchas cosas que hacer o dejar de hacer como para ocuparme de él o ella.
4.- Ya duermo poco, no quiero dejar mis pocas horas de sueño.
5.- No quiero tener preocupaciones de salud, educación, desarrollo, habitación, que me sean ajenos.

Estas, son algunas de las razones por la que no tendré prole, pero estoy seguro que la lista antes expuesta en algún momento pueden ser superadas ya sea con la obtención de la lotería, acomodamiento de horarios, y claro, un poco de entrega y disminución de egoísmo.

Las razones antes expuestas, pueden ser superadas, es verdad, sobre todo el momento cuando esta vida tenga cada día más números en su haber y será cuando en algún momento el famosísimo reloj biológico comience a timbrar para decirme que el ser humano escapa a todas las circunstancias, menos a la de ser un animal. Y es así como los animales procrean, no hacen ninguna planificación previa, no hacen beibi chawers, ni compran cuna, ni pañales, simplemente suena el rington de la especie y se busca con urgencia la hembra o el macho, según sea el caso y uno se aparea en aire o en el mar, en la tierra o en su profundidad. El llamado de la naturaleza, le dicen. Yo le digo miedo a la extinción.
Y qué es el hijo, sino la prolongación de uno mismo, el continuar en bien la vida fallida de uno, la manutención de la estirpe, etcétera.
Por eso, expongo a continuación la razón final por la que no tendré prole:

6.- Por que para mi, la mayor muestra de amor es ir en contra de mi propio instinto por el bien del otro.

Explico: No sería capaz de traer un niño(a) a este pobre, decadente, sucio, ruin, maloliente, absurdo, e irreconciliable planeta, no lo haría de ningún modo, y seré capaz de soportar esa presión natural, que es como diez millones de veces más fuerte que la social, que dice a mi cuerpo, mente y sexo, "debes procrearte para no desaparecer"

Odio a la gente egoísta, que son la mayoría, que dicen cosas como: "quiero tener un hijo" "¿cuándo tenemos un hijo?" "es hora de tener un hijo"
Es común esta manera de pensar, todos lo hacen pero no recapacitan en lo dicho y en lo actuado en consecuencia, quizá la pregunta sería ¿quiere un niño existir? ¿Por qué decidimos su existencia?
Ya se el rollo de que ellos no pueden decidir, es mentira, es fácil que ellos decidan, simplemente es cuestión de pensar como pensarían ellos:
¿Quiero nacer en estas condiciones?
¿Me interesa el lugar que me ofrecen?
¿Qué tan bien me irá?
¿Hay futuro en este lugar?

Si las preguntas que uno se hace, tratando de personificar al futuro descendiente son positivas ¡perfecto! felicidades, serás padre o madre muy pronto, no pierdas tiempo.

Yo, soy pesimista o realista, míralo como quieras, la situación es que aquí, mi querido lector, no hay futuro alguno, aquí uno no puede tener una calidad de vida digna.
Otras las épocas sin calentamiento global, ni terrorismo, otros los otoños puntuales y la paz urbana, otros los cantares, otros los pèsares.
Estamos en extinción, aunque no lo quieras ver y aquí no merece que nadie más venga a vivir.

PD: Es claro que el azar juega un rol trascendental, y quizá me suceda como le sucedió al 90% de las personas,...ups, ahí caballero no mas.